jueves, 20 de agosto de 2015

CÁNDIDO MUÑOZ, "EL SEGOVIANO": MEMORIA DE LA CANTERÍA EN LA SIERRA DE GUADARRAMA

Uno de los oficios más importantes entre todos los que se ejercieron tradicionalmente por las gentes de la sierra de Guadarrama fue la cantería, y por ello hace algún tiempo me acerqué a la localidad de Alpedrete, una de las más renombradas antaño por la calidad de su piedra y por la maestría de sus canteros junto a otras cercanas como Cerceda, El Boalo, Moralzarzal, Becerril, Mataelpino, Collado Mediano, Villalba, Torrelodones, Galapagar y Zarzalejo, todas ellas en la vertiente madrileña de la sierra. Es allí donde vive mi amigo el fotógrafo Javier Sánchez, que había preparado una entrevista con uno de los viejos canteros del pueblo: Cándido Muñoz, el Segoviano.
          En Alpedrete hoy sólo funciona una cantera, la de Javier Martín Platas, situada en la Dehesa municipal, junto a la carretera de Villalba al puerto de Navacerrada, y allí nos dirigimos para ambientar nuestra entrevista. Lejos quedan ya los tiempos en los que en esta localidad se extraía piedra de más de cuarenta grandes canteras y de un sinfín de pequeñas explotaciones en las que trabajaban familias enteras de canteros, como los Goriches, los Cojitos, los Paz, los Balandines, los Montalvo, los Mudos, los Guillén, los Fernández, los Elvira, nuestro amigo el Segoviano y otros muchos más. La crisis del sector de la construcción, que tanto respiro ha dado en estos últimos años al maltrecho paisaje de la sierra de Guadarrama, ha acabado también por condenar al cierre a muchas canteras del sector occidental de esta cadena de montañas tan próxima a Madrid.  

Conversando con Cándido el Segoviano y otros amigos, rodeados por el paisaje casi surreal del fondo de la cantera de Javier Martín, en Alpedrete (fotografía de Javier Sánchez)